En estado de vigilia nos sentimos separados del sueño; con los párpado abiertos vemos, descodificamos, aquello que nos circunda, tan honesta, la mesa nos parece mesa y la infinidad de objetos que nos rodean parecen poseer sentido. Pero solo otorgamos sentido a lo que sentimos, por eso esas piezas desperdigadas por esa realidad llamada mundo parecen componersen en un orden. Por otra parte esas materias moldeadas fuera de nuestro cuerpo que denomimamos objetos, ejercen sobre nosotros la capacidad hipnótica de seducirnos. Creados como entes los convertimos en participes cotidianos que hablan sin nosotros, mientras habitan y pueblan nuestro espacio cubriendo la necesidad por la cual fueron creados; hacernos comodo y placentero nuestro transito. Hay otros objetos llamados útiles que se han diseñado como herramientas que alimentan el sueño de liberarnos del peso del trabajo, del esfuerzo, de la lucha contra la ... contra el ...
El sueño es continuo, pese al supuesto estado de vigilia.
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