lunes, 19 de agosto de 2013

EL HOGAR

Hay un fuego crepitante que nos aguarda en un espacio, en un lugar, en un abrazo donde reposamos al termino de la batalla con el afuera inhóspito, al terminar el día, después del trasiego en la costumbre cotidiana, un allí donde las calles tienen rumbo hacia el hogar.
Debajo de un techo, al cobijo hay eso que llamamos casa, un domicilio donde resguardados se apilan los objetos que en silencio delatan y consuelan la falta del amor. Refugios donde vivir la ineptitud para aceptar al otro que nos contradice y nos revela, para  promulgar un compartir lo que en realidad necesitamos y donde hacernos necesarios.
Hay un fuego crepitante...un hogar dentro de ti, dentro de mi.